Allí seguía...

Allí seguía...
...cada mañana engullía su ínsipido desayuno. Rodaba sin rumbo, quizá por no encontrarlo, quizá por no buscarlo, entre palabras, presiones, politonos y ladrones.
Allí seguía...
...cada mañana engullía su ínsipido desayuno. Esperaba, silencioso, sin saber muy bien a qué, quizá al amor, quizá a la muerte.
Allí seguía...
...cada mañana engullía su ínsipido desayuno. Se ahogaba en el mar de la rutina.
Allí seguía...
Al menos él tenía desayuno...